Capítulo 9: El Siglo XIX – Revoluciones, Guerras y la Pérdida de las Colonias

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Introducción: Un siglo de cambios y conflictos

El siglo XIX fue un periodo de profunda inestabilidad en España. Tras la Guerra de Independencia (1808-1814) y la restauración del absolutismo con Fernando VII, el país se vio envuelto en una serie de conflictos entre absolutistas y liberales, luchas dinásticas, golpes de Estado y cambios de régimen que impidieron la estabilidad política y económica.

A nivel internacional, España dejó de ser una potencia mundial. Las colonias americanas lograron su independencia en la primera mitad del siglo, y en 1898 se produjo la pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas, marcando el fin del imperio español.

En este capítulo exploraremos cómo estos acontecimientos definieron el siglo XIX y prepararon el terreno para el siglo XX.

1. Fernando VII: Absolutismo, represión y conflictos (1814-1833)

El regreso del absolutismo (1814-1820)

Tras la expulsión de los franceses en 1814, Fernando VII regresó a España con el apoyo de los absolutistas. Se esperaba que aceptara la Constitución de Cádiz de 1812, pero, respaldado por la nobleza y la Iglesia, restauró el absolutismo y anuló todas las reformas liberales.

• Se restablecieron los privilegios de la nobleza y el clero.

• Se persiguió a los liberales, encarcelándolos o exiliándolos.

• Se reinstauró la Inquisición.

Este periodo de represión generó un descontento creciente en sectores liberales y militares, que pronto intentaron recuperar el constitucionalismo.

El Trienio Liberal (1820-1823): Primer intento de gobierno constitucional

En 1820, el coronel Rafael del Riego lideró un golpe de Estado que obligó a Fernando VII a restaurar la Constitución de Cádiz de 1812. Se inició así el Trienio Liberal, un periodo de reformas democráticas que intentó modernizar España.

Sin embargo, el rey conspiró en secreto contra los liberales y pidió ayuda a la Santa Alianza (Francia, Austria y Rusia), que envió un ejército (los Cien Mil Hijos de San Luis) en 1823 para restaurar el absolutismo.

Fernando VII retomó el poder y desató una brutal represión contra los liberales, marcando el inicio de la Década Ominosa (1823-1833).

La cuestión dinástica y la futura Guerra Carlista

Antes de morir en 1833, Fernando VII promulgó la Pragmática Sanción, que permitía a su hija, Isabel II, heredar el trono. Esto enfureció a los absolutistas, que apoyaban a Carlos María Isidro, hermano del rey, como legítimo heredero.

Este conflicto desembocó en la Primera Guerra Carlista (1833-1840), que enfrentó a carlistas (absolutistas) y liberales (isabelinos) por el control de la monarquía.

2. Isabel II: Inestabilidad y Guerras Carlistas (1833-1868)

Las Guerras Carlistas: Absolutismo vs. Liberalismo

Las Guerras Carlistas fueron conflictos dinásticos y políticos que enfrentaron a:

Carlistas → Defendían la monarquía tradicional, el absolutismo y los fueros regionales.

Liberales → Defendían la monarquía constitucional y el fin de los privilegios feudales.

Primera Guerra Carlista (1833-1840)

Los carlistas, liderados por Carlos María Isidro, lograron apoyo en el País Vasco, Navarra, Cataluña y Aragón. Sin embargo, fueron derrotados en 1840, consolidando el reinado de Isabel II.

Segunda Guerra Carlista (1846-1849)

Fue un conflicto menor en Cataluña, que terminó con la derrota carlista.

Las tensiones entre carlistas y liberales continuaron, preparando el terreno para una tercera guerra en 1872.

El reinado de Isabel II: Golpes de Estado y corrupción

Isabel II gobernó con el apoyo de los liberales, pero su reinado estuvo marcado por la corrupción y la inestabilidad política.

• Se estableció un sistema de turnismo político, donde moderados y progresistas se alternaban en el poder mediante golpes de Estado.

• El descontento social y la crisis económica crecieron.

• En 1868, la reina fue derrocada en la Revolución Gloriosa, que marcó el inicio de un periodo experimental en España.

3. El Sexenio Democrático (1868-1874): Experimentos políticos fallidos

Tras el derrocamiento de Isabel II, España entró en un periodo de experimentos políticos en busca de estabilidad.

1. El reinado de Amadeo I (1870-1873)

Los liberales trajeron a Amadeo de Saboya, un rey italiano que intentó gobernar con una monarquía parlamentaria. Sin embargo, la oposición de republicanos y carlistas le forzó a abdicar en 1873.

2. La Primera República Española (1873-1874)

España se convirtió en república por primera vez, pero fue un fracaso total debido a:

• División entre republicanos unitarios y federales.

• Revueltas sociales y separatistas.

• La Tercera Guerra Carlista (1872-1876).

En 1874, el general Martínez Campos dio un golpe de Estado y restauró la monarquía borbónica con Alfonso XII, hijo de Isabel II.

4. La Restauración Borbónica (1874-1898): Un intento de estabilidad

El sistema de la Restauración

Bajo Alfonso XII y su sucesora, Regente María Cristina, se estableció un nuevo sistema político basado en la alternancia pacífica en el poder entre conservadores y liberales (el “turno pacífico”).

Sin embargo, este sistema estaba basado en el fraude electoral y el caciquismo, lo que impidió una verdadera democracia.

La pérdida del imperio colonial (1898)

Mientras España intentaba estabilizarse políticamente, su imperio colonial se desmoronaba.

1. Independencia de América (1810-1830)

Durante el reinado de Fernando VII, la mayoría de las colonias americanas se independizaron en guerras lideradas por Simón Bolívar y José de San Martín.

México (1821)

Argentina (1816)

Colombia, Venezuela y Ecuador (1819-1822)

• Perú y Bolivia (1824-1825)

España solo conservó Cuba, Puerto Rico y Filipinas.

2. La Guerra de 1898: El desastre del 98

En 1895, Cuba se rebeló contra el dominio español, iniciando una guerra de independencia. En 1898, Estados Unidos intervino tras la explosión del acorazado Maine en La Habana.

España fue derrotada rápidamente, perdiendo sus últimas colonias:

Cuba y Puerto Rico pasaron a ser controladas por EE.UU.

• Filipinas y Guam fueron vendidas a EE.UU. por 20 millones de dólares.

Este evento, conocido como el Desastre del 98, supuso el fin del Imperio Español y provocó una profunda crisis de identidad en España.

Conclusión: Un siglo de conflictos y cambios radicales

El siglo XIX en España estuvo marcado por:

Guerras civiles entre absolutistas y liberales.

Cambios de régimen (monarquía, república, restauración borbónica).

• La pérdida del imperio colonial.

Estos eventos prepararon el terreno para el siglo XX, donde España enfrentaría nuevas crisis, una dictadura y la transición a la democracia.

En el próximo capítulo exploraremos el siglo XX, desde la dictadura de Franco hasta la consolidación democrática en 1978.

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